Un año más... es sabiduría
Me ha dado más que me ha quitado, pero he de reconocer que está acabando infinitamente mejor de lo que empezó.
El 2018 me ha enseñado que, como dice Albert Espinosa, todas las perdidas son ganancias.
Que lo material nunca sirve de nada.
Que en el amor hay que arriesgar.
Que a lo mejor no soy el tipo duro que creía ser.
Que el dinero no da la felicidad.
Que creer es crear.
Que la vida es un puto negocio y nosotros somos sus productos.
Que se puede ser feliz aún estando desmotivado.
Que el destino existe pero cada uno jugamos nuestras propias cartas.
Que la suerte existe, pero hay que buscarla.
Que el karma pone siempre a cada uno en su lugar.
Que viajar es un placer que nadie debería perderse.
Que no son los lugares, sino las situaciones y las personas los que harán que volvamos donde fuimos felices. O no.
Que ser solitario no es ser un juego de cartas, sino buscarse y encontrarse a uno mismo.
Que hay que vivir el día a día sin preocuparse de lo que funcionará y de lo que no. Las cosas siempre pasarán por algo, así que disfrutemos.
Que el amor es subjetivo según que mentes.
Que los mejores planes surgen de la incertidumbre.
Que si tiramos la toalla, perdemos el respeto.
Que la pobreza no interesa contarla.
Que el racismo no interesa erradicarlo.
Que un hombre sin una mujer, nunca sería, independientemente de que nazcamos gracias a ellas.
Que el mundo sigue loco y que va a costar mucho arreglarlo.
Sigamos aprendiendo, sigamos sumando años y momentos.
Gracias a los que habéis formado parte de este 2018 para bien o para mal.
Gracias a los que todos los 30 de noviembre tenéis palabras bonitas para mí.
Gracias a los que me leéis, a los que me pedís que escriba y a los que me decís lo que os gusta y lo que no de este nuestro humilde blog. Por vosotros estoy aquí.
"Todos los años llegan para enseñarnos algo y hacernos reflexionar. Nunca seremos los mismos después de hacer nuestro balance anual" -S.F
Suerte la mía de tenerte😘
ResponderEliminar¡Y la mía de tenenerte a ti, meu!
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