Cambio de papeles






La capa de ozono llora


mientras la política se deteriora


y dos niños hambrientos vuelven a reír,


al menos, hasta que los poderosos se lo vuelvan a impedir.


 

Los osos polares esperan su extinción


y lamentan la falta de cuidado.


Temen que llegue el hibernado


y los humanos no cambiamos el guión.


 

Cuando el mal tiempo llega al sur,


sus agricultores salen a celebrarlo;


Mientras, los del norte pretenden archivarlo


y el mundo cava su propio ataúd.


 

El día que los pingüinos corran por la sabana


y los leones naden bajo las placas de hielo,


ahí ya habrá tocado la campana.


Ahí empezaremos a poner los pies en el suelo.


 

El día que el sol se escriba en mayúsculas


porque sólo será una plaza,


lo llano se volverá esdrújula.


El CFC, les habrá quitado la coraza.


 

El día que el temporal levante su propia guerra,


que los leones sólo hagan el amor


y los pingüinos pasen calor,


diremos adiós, definitivamente, a la tierra.


 

 

 

Pero aún así, en un rincón del mundo,


habrá dos niños hambrientos felices


riéndose del político nauseabundo


y combatiendo así sus cicatrices.


 

 

 

 


"El hombre no solo es un problema para sí, sino también para la biosfera en que le ha tocado vivir" -Ramón Margalef


 

 

 

 

 

 

 

 

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