Que no cese la lucha






Allí estaba ella


llorando de tristeza.


 

"No te preocupes mamá",


le decía una carita pequeña.


 

 

Siento un fuerte dolor


que me impide ser feliz.


Es como si de tanto amar


en el corazón tuviese cicatriz.


 

Mi niño sólo toma un pecho,


incluso a él dificulto.


Toma siempre el derecho


porque en el izquierdo nota un bulto.


 

Estoy mirando pelucas y pañuelos,


pues se me está cayendo el pelo.


No se lo diré a su padre


ni tampoco al abuelo.


 

Cariño, la vida es dura


y me tendrás siempre que me busques.


Mamá lleva puesta la armadura,


así que cuando me notes decaída, no te asustes.


 

Ya han pasado unos meses,


ya me va creciendo el pelo.


Es hora de que lo sepa papá,


y por supuesto, el abuelo.


 

Me confirmaron los médicos


que sin un pecho menos,


estoy libre de pánicos.


Ya no me importan mis senos.


 

Ahora estoy llorando de alegría,


recibiendo abrazos calurosos


y disfrutando de los míos cada día,


que algún día todos seremos huesos.


 

Me han vuelto a detectar anomalías


en el pecho que me queda.


Ya entiendo por que dolía.


Otra vez la misma mierda.


 

Suerte que él ya es mayor,


y lo pude ver crecer,


lucharé con gran rencor,


hasta dejarme la piel.


 

Este círculo vicioso


de nunca acabar,


hará que siga en mis trece


de siempre querer ganar.


 

Ya pudiste con mamá


y pudiste con la prima.


Pero conmigo no podrás.


Nos vemos en la cima.


 

 

"Algunos días no habrá ninguna canción en tu corazón. Canta de todas formas."  -Emory Austin

Comentarios

Entradas populares