Uno siempre vuelve...

 ...a los lugares donde fue feliz. 


Muchos han sido los meses que he estado desaparecido de aquí. De hecho han cambiado muchas cosas.

En primer lugar, el .com que veíais despues de ssffajardo ha desaparecido. He vuelto al .blogspot, a nuestro blog, a mis inicios. Los motivos son claros.

Escribir dejó de motivarme. Le dedicaba demasiado tiempo a algo que me hacía feliz en aquel momento, pero no me sentía suficientemente recompensado. Había mucha gente que me hablaba del blog, me comentaban aquí y generaban un debate. Eso me hacía enormemente feliz. Pero no era suficiente para mi forma de entender las cosas.

Soy de los que piensa que cuando nos gusta algo, deberíamos apoyarlo. Con apoyar vale cualquier cosa: un me gusta, un comentario o compartir algo que te llega de verdad. Llevaba ya un par de años sintiendo que la cosa no era así (con excepciones) y acabé cansándome de eso. Por desgracia la cultura de nuestro país es un ver y deslizar. O ni si quiera eso. A veces en la vida pasamos las cosas, como historias de Instagram, sin ni si quiera pararnos un minuto a ver si nos gustan o no. Serán las prisas o la contrarreloj a la que nos somete la vida y no sabemos gestionar... No sé. Ojalá cambiemos eso, me incluyo, porque estoy seguro de que ganaríamos. En mi caso, me estoy esforzando en apoyar cada vez más sobre todo a la gente más cercana.


He buscado un árbol genealógico en blanco y le he puesto numeritos para que conozcáis mi opinión sobre cómo pienso que hay que apoyar según el vínculo que tengamos con las personas y lo que estoy intentando hacer cada vez más. 

El árbol genealógico del apoyo:


  1. Familiares. Creo que lo más importante es apoyar a los que más altruistamente van a estar siempre para nosotros. Si a ellos les va bien, a nosotros también nos irá bien indirectamente.
  2. Amigos. Al final, como tantas veces se puede leer, es la familia que elegimos. Demostrémoslo.
  3. Gente que nos dio mucho. Seguro que tendréis personas que algún día fueron tremendamente importantes pero que la vida nos las ha alejado por diversos motivos. O simplemente porque así es la vida y sólo fuimos un hogar permanente. Apoyadlas. Si no tenéis relación con esas personas, es un buen momento para empezar de 0 mostrándoles su apoyo. Si son agradecidas, os recompensarán.
  4. Gente que algún día estuvo ahí. Podría formar parte del anterior grupo, pero no. Este tipo de gente algún día nos escuchó desahogarnos simplemente porque nos pasó algo y estaban ellos por medio o terceras personas les llevaron hasta ahí. Si fueron capaces de escucharnos, merecen que ahora les demos voz.
  5. Gente con la que compartimos felicidad. Hay personas que no se nos olvidarán porque algún día compartimos anécdotas con ell@s. Una fiesta, una charla intensa, un curso...
  6. Gente con la que tenemos cosas en común. Hay gente con la que no hablamos asiduamente, pero tenemos cosas en común y cada vez que hablamos es sobre eso. Estamos compartiendo momentos y seguramente que en alguna de esas conversaciones se nos haya escapado una sonrisa por mínima que fuera. Se merecen nuestro apoyo, aparte de nuestro respeto.
    1. Gente que nos hace reír. Hay gente que se dedica, por ejemplo en las redes sociales, a hacer reír a los demás. Eso es una auténtica terapia para el que ríe. Se merecen el cielo también. Y son muy necesari@s.
    2. Amigos de amigos. Quizá sea gente con la que no hayas hablado nunca, pero tenéis un amigo en común y si su éxito es felicidad para ese amigo en común, nos interesa apoyarlos. Seguro que así podréis empezar a conocerlos un poco más.
    3. Gente con éxito. No digo que no haya que compartirlos, todos lo hacemos. Si tienen éxito llegan a más gente y es normal que algo que te parece interesante o te gusta se lo quieras enviar a tu prima la del pueblo, como si allí no llegara el Wi-fiPensándolo fríamente ellos ya tienen su recompensa y puede que el vecino de enfrente esté haciendo lo mismo o incluso algo mejor. Pero claro, tu vecino es Joselito... ¿Quién conoce a Joselito? ¡Qué vergüenza, por favor!



    Y esta, entre otras muchas cosas, fue uno de los motivos por los que os he tenido abandonados por aquí.
    Otro de los motivos fue la inspiración. Muchas veces os he contado que la inspiración está caprichosa conmigo y la verdad es que sigue así. Ha decidido estancarse. O igual es que tengo muchas cosas en la cabeza que no me dejan avanzar en algo en concreto. ¡Estoy para estudiarme!

    Una de esas cosas que tengo en la cabeza es La hora del búho, un proyecto que ya os desgranaré en una entrada explicándoos todo de él. Ahora es mi principal motivación y es por eso que dejé de invertir en la anterior web. El .com como que mencioné al principio cuesta dinero aparte de otras muchas pequeñas cosas para que la página sea de uno mismo y tenga seguridad para que no os ataquen los virus. Otro mundo que yo desconocía por completo. En ssffajardo.com, como se llamaba la página hace unos meses invertí dinero que no me arrepiento, como por ejemplo el diseño que me hicieron, que algún día os contaré también. Ahora lo que veis, sencillo y discreto para no sobrecargaros mucho la vista, lo he hecho yo.
    Pero he tenido duendecillos de navidad ayudándome.


    Gracias a Sandra, por darme su punto de vista y estar dispuesta a colaborar con cualquiera de mis pequeñas locuras.
    Gracias a Quique, por comandar el cambio de la web al blog y ayudarme con las cosas más técnicas.
    Y gracias también a todos los tutoriales de Youtube que me he chupado, por supuesto. 




    "Gracias a todos aquellos que tienen disposición siempre para ayudar a los demás" -S.F



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